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Articles by Mart DeHaan

Hormigas sabias

Según los investigadores de la Universidad de Bristol, la hormiga roja, oriunda de Europa, puede ser mejor que nosotros para dominar el mercado inmobiliario. Los investigadores han descubierto que las colonias de estos animalitos usan hormigas exploradoras para supervisar constantemente las condiciones de vida de sus hormigueros. Valiéndose de habilidades sociales lo suficientemente complejas como para asombrar a los científicos, estas hormigas trabajan juntas para encontrar el espacio adecuado para vivir, y la oscuridad y la seguridad necesarias para darles a la reina madre y a sus larvas la mejor vivienda disponible.

Volver de la muerte

¿Puede una persona estar oficialmente viva después de ser declarada legalmente muerta? Esta pregunta se convirtió en una noticia internacional cuando un hombre apareció 25 años después de haber sido declarado desaparecido. En aquel momento, no tenía trabajo, era adicto a las drogas y había dejado de pagar la cuota alimentaria para sus hijos. Por eso, decidió desaparecer. No obstante, al reaparecer, descubrió cuán difícil es volver de la muerte. Cuando fue a los tribunales para revertir el fallo que lo declaraba legalmente muerto, el juez rechazó su pedido, ya que se requería un período de tres años para modificar la medida.

La amabilidad «se viraliza»

La noticia de un sencillo acto de bondad en un metro de Nueva York recorrió el mundo. Un joven, con la cabeza cubierta con la capucha de su suéter, se durmió apoyado en el hombro de un pasajero mayor. Cuando alguien se ofreció para despertar al joven, el hombre dijo en voz baja: «Seguro que tuvo un día largo. Déjalo que duerma. Nos ha pasado a todos». Entonces, dejó que su cansado compañero de viaje durmiera sobre su hombro durante casi una hora. Cuando llegó a la estación donde debía bajarse, se levantó lentamente para no despertarlo. Mientras tanto, otro pasajero tomó una fotografía, la subió a una red social, y la foto «se viralizó».

Maravillas del corazón

Nuestro corazón late alrededor de 100.000 veces por día, enviando sangre a todas las células del cuerpo. Esto significa 35 millones de latidos por año, y un promedio de 2.500 millones durante toda la vida. La ciencia médica afirma que cada contracción del corazón es similar al esfuerzo necesario para sostener una pelota de tenis en la mano y darle un buen apretón.

Dinero caído del cielo

En 2002, después de ganar 314 millones de dólares en la lotería, el feliz dueño de una empresa manifestó deseos nobles: empezar una fundación humanitaria, volver a contratar a empleados despedidos y hacer cosas agradables para su familia. Ya rico, dijo a los periodistas que este gran premio no lo cambiaría.

Perseguido

Alguien me perseguía. En un pasillo oscuro, giré en una esquina para subir por una escalera y, deteniéndome en seco en mi trayecto, me alarmó lo que vi. A los pocos días, volvió a ocurrir. Pasé por el fondo de una de mis cafeterías favoritas y percibí la sombra grande de una persona que se me acercaba. Sin embargo, ambos incidentes terminaron con una sonrisa… ¡me había asustado de mi propia sombra!

El lenguaje del silbido

En La Gomera, uno de los islotes de las Islas Canarias, está resurgiendo un idioma que suena como el canto de un pájaro. En una tierra de valles profundos y grandes desfiladeros, los niños en las escuelas y los turistas aprenden sobre los silbidos que, hace tiempo, se usaban para comunicarse a más de tres kilómetros de distancia. Un cuidador de cabras que ha vuelto a usar este antiguo idioma con su rebaño, declaró: «Ellas reconocen mi silbido tanto como mi voz».

Lo que nos sostiene

Isaac Asimov cuenta la historia de una difícil travesía por el océano durante la cual un tal Sr. Jones se enfermó muchísimo. En un momento especialmente malo, una amable camarera le dio una palmadita en el hombro y le dijo: «Señor, sé que le parece horrible, pero recuerde: nadie se ha muerto nunca de mareos». El hombre levantó su rostro verdoso para mirar a la preocupada joven, y contestó: «¡No me diga eso! Lo único que me mantiene vivo es la maravillosa esperanza de morir».